Active Directory es una de las aplicaciones empresariales más críticas en las que el tiempo de inactividad es inaceptable. En los últimos años, las empresas dependen cada vez más de Active Directory debido a la adopción generalizada de nuevas tecnologías que requieren autenticación y autorización de AD.

Esta mayor dependencia de Active Directory ha llevado a una mayor complejidad y riesgo, y cualquier caso de fallo de Active Directory puede perjudicar gravemente a su organización. Un desastre importante puede provocar el cese de las operaciones, la pérdida de ingresos y, en raras ocasiones, la quiebra total de una empresa. Para proteger su organización y asegurarse de que sus servicios de Active Directory funcionan correctamente, es esencial contar con un sólido plan de recuperación ante desastres (DR) y realizar pruebas periódicas.